Atentado contra las torres gemelas: 11S








Los atentados del 11 de septiembre de 2001 (comúnmente denominados como 9/11 en el mundo anglosajón y 11-S en España y Latinoamérica), fueron una serie de atentados suicidas que implicaron el secuestro de cuatro aviones de pasajeros por parte de 19 miembros de la red yihadista Al-Qaeda.

Se dividieron en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un piloto que se encargaría de conducir el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los dos primeros aviones fueron el Vuelo 11 de American Airlines y el Vuelo 175 de United Airlines que fueron estrellados contra las torres gemelas del World Trade Center, un avión contra cada torre, haciendo que ambas se derrumbaran en las dos horas siguientes.

El tercer avión secuestrado fue el Vuelo 77 de American Airlines que impactó contra la esquina del Pentágono en Virginia. El cuarto avión, que fue el Vuelo 93 de United Airlines, no alcanzó ningún objetivo ya que los pasajeros y tripulantes intentaron recuperar el control y, debido a eso, se estrelló en un campo abierto, en Shanksville, Pensilvania.

Aparte de los 19 secuestradores hubo unas 2.973 personas fallecidas confirmadas y unas 24 continúan desaparecidas como consecuencia de los dichos atentados.

Este atentado se caracterizó por el empleo de aviones como armamento, creando una situación de temor mayor en todo el mundo occidental y dando comienzo a la Guerra contra el terrorismo. Los atentados del 11 de septiembre del 2001 fueron descritos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como "horrendos ataques terroristas".


Cuatro aviones de pasajeros fueron secuestrados en ruta hacia el estado de California desde el Aeropuerto Internacional de Boston, el Aeropuerto Internacional Washington-Dulles y el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark. Los cuatro aviones tenían como destino el estado de California, los tres primeros aviones hacia Los Ángeles y el último avión a San Francisco, por lo que sus depósitos de combustible iban llenos con unos 91.000 litros y unos 65.455 kg. Los dos primeros aviones impactaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el tercero contra el Pentágono en Washington DC y el cuarto en un campo abierto en Shanksville Pensilvania.

Algunos pasajeros y miembros de la tripulación de los aviones secuestrados pudieron llamar con sus teléfonos móviles, informando de que había varios secuestradores en cada avión. Un total de 19 fueron más tarde identificados por el FBI, cuatro en el vuelo United 93 y cinco en los otros tres vuelos.

Según revelaron los testimonios desde los propios aviones, los secuestradores habían tomado el control de éstos usando simples navajas con las que mataron a azafatas de vuelo y al menos a un piloto o pasajero. Según las investigaciones de la Comisión del 11-S, se tiene constancia también de que fue usado algún tipo de espray para retener a los pasajeros en la cabina de primera clase. Asimismo se amenazó con la presencia de una bomba en tres de los aviones; no fue así en el American Airlines 77. Según las conclusiones de esta comisión, se piensa que los avisos de bomba eran probablemente falsos.

Gráfico de la FEMA que muestra los impactos en las Torres Gemelas de ambos aviones, y la trayectoria (y punto de impacto en la calle) que siguieron los trenes de aterrizaje, y uno de los motores.

En el cuarto avión, la caja negra reveló que los pasajeros, después de enterarse de que el resto de aviones habían sido estrellados deliberadamente, trataron de retomar el control de los aparatos, a lo que los secuestradores reaccionaron moviendo el avión en un fallido intento para someter a los pasajeros. De acuerdo con la grabación 9-1-1, uno de los pasajeros, Todd Beamer, pidió a la persona con quien hablaba por teléfono que rezara con él y al finalizar simplemente dijo "let's roll". Poco después, el avión se estrelló en un campo cercano a Shanksville en Pensilvania a las 10:03.11 am hora local. Existe un debate acerca del momento exacto en que el avión chocó contra el suelo ya que los registros sísmicos registran el impacto a las 10:06 am. Posteriormente el líder de Al Qaeda capturado Khalid Shaikh Mohammed dijo que el vuelo 93 tenía como objetivo el Congreso de los Estados Unidos.

La expresión "let's roll" comenzó a ser ampliamente usada en los Estados Unidos luego de los ataques. Neil Young compuso una canción con ese título como tributo a las víctimas. Por su parte, la viuda de Beamer patentó la frase como marca registrada.

Los atentados extendieron la confusión en todos los Estados Unidos. A lo largo del día se sucedió la publicación de todo tipo de informes y noticias sin confirmar y contradictorias. Una de las más persistentes fue la de que había estallado un coche bomba en la sede central del Departamento de Estado de los Estados Unidos, el edificio Trumann en Washington D.C.. Esta falsa noticia pasó por las agencias de noticias y llegó a ser publicada por varios periódicos ese día. Otro informe difundido por la agencia Associated Press afirmaba que el vuelo 1989, un avión Delta 767, había sido también secuestrado. La noticia resultó ser también un error, el avión había sido considerado brevemente como en riesgo de secuestro pero finalmente respondió a los controladores aéreos, aterrizando a salvo en el aeropuerto de Cleveland, Ohio.

Según las conclusiones de las investigaciones oficiales del gobierno estadounidenses, los ataques cumplían con la intención declarada de al-Qaeda, expresada en la fatwa de 1998 de Osama bin Laden, Ayman al-Zawahiri, Abu-Yasir Rifa'i Ahmad Taha, Shaykh Mir Hamzah, y Fazlur Rahman (emir del Movimiento Yihadista de Bangladesh, Fazlur Rahman).

Dicha fatwa lista tres "crímenes y pecados" cometidos por los estadounidenses en opinión de sus autores:

* Apoyo militar de los EE.UU. a Israel.

* Ocupación militar de la península arábiga por EE.UU.

* Agresión estadounidense contra el pueblo de Iraq.

La fatwa establece que los Estados Unidos:

* Saquea los recursos de la Península arábiga.

* Dicta la política a seguir a los gobernantes de dichos países.

* Apoya a regímenes y monarquías abusivos que oprimen a su propia gente.

* Tiene bases e instalaciones militares en la península arábiga, violando así su Tierra Santa, con el fin de atemorizar a los estados vecinos.

* Intenta dividir a los estados árabes con la finalidad de debilitarlos como fuerza política.

* Apoya a Israel, y desea distraer a la opinión mundial de la ocupación de Palestina.

La Primera Guerra del Golfo, el posterior embargo sobre Iraq, y el bombardeo de este país por Estados Unidos son citadas en la fatwa de 1998 como prueba de esas alegaciones. Para desaprobación de musulmanes moderados, la fatwa cita textos islámicos como exhortación de la acción violenta contra militares y ciudadanos estadounidenses hasta que los agravios alegados se solucionen: estableciendo que "los ulemas a lo largo de la historia han estado de acuerdo en que la Yihad es un deber individual si los enemigos destruyen los países musulmanes."

Declaraciones de al Qaeda grabadas tras el 11 de septiembre confirmaron las suposiciones estadounidenses sobre la autoría. En un video de 2004, aparentemente reconcociendo la responsabilidad de los ataques, bin Laden afirma que la Guerra del Líbano de 1982, de la que considera responsable a los Estados Unidos, le impulsó a desarrollar los atentados. En el vídeo, bin Laden también afirma que con ellos quería "restaurar la libertad de nuestra nación," para "castigar al agresor" e inflingir daños en la economía estadounidense. Declaró que uno de los objetivos de su guerra santa era "desangrar Estados Unidos hasta la bancarrota."[53] Bin Laden dijo también:

"Juramos que los estadounidenses no vivirán seguros hasta que vivamos en Palestina. Esto ha mostrado la realidad de los Estados Unidos, que pone los intereses de Israel por encima de los de su propia gente. Estados Unidos no obtendrá nada de esta crisis hasta que abandone la Península Arábiga y cese en su apoyo a Israel."

El informe de la Comisión del 11S determina que la animosidad contra los Estados Unidos de Khalid Shaikh Mohammed, principal arquitecto de los ataques, procedía "no de sus experiencias como estudiante, sino de su violento desacuerdo con la política exterior estadounidense en favor de Israel". Los mismos motivos se han imputado a los dos pilotos que se estrellaron en el WTC: Mohamed Atta, quien fue descrito por Ralph Bodenstein (compañero suyo de trabajo y viajes) como "principalmente imbuido por la protección de los Estados Unidos a las políticas israelís en la región". Marwan al-Shehhi se dice que explico su estado de ánimo con las palabras "¿cómo puede la gente reír cuando hay personas muriendo en Palestina?"

En contraste con estas conclusiones, la administración Bush redujo los motivos del ataque al "odio a la libertad y la democracia, ejemplificados por los Estados Unidos".

Según el experto antiterrorista Richard A. Clarke, los conflictos internos en el mundo musulmán son la causa de los atentados del 11 de septiembre. Específicamente, bin Laden y otros residentes de Arabia Saudí y Egipto, creen que la mayoría de los gobiernos de Oriente Medio son apóstatas,[55] que no siguen su modelo de piedad islámica, dado que ninguno es un califato. Inspirados por el teólogo egipcio Sayyid Qutb, Bin Laden y sus seguidores creen que es un deber para los musulmanes el establecer un califato en Oriente Medio.[55]

Partiendo de esas creencias, bin Laden diseñó un plan para establecer este califato, comenzando por un ataque a los Estados Unidos. Esto les provocaría a aumentar la presión militar y económica sobre Oriente Medio,[56] uniendo así a todos los musulmanes. La oleada religiosa popular llevaría a los musulmanes conservadores a tomar el control.[57]

De acuerdo con Michale Doran, esta meta queda demostrada por el frecuente uso de "espectacular" por Bin Laden en sus declaraciones. De acuerdo a su hipótesis, Bin Laden esperaba provocar una reacción visceral y emotiva de los Estados Unidos, con el fin de asegurarse una contrarrespuesta por los ciudadanos árabes.

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